Ático
Explorando de nuevo, rincones ocultos en mi cerebro,
De pronto me veo vagando por un lugar ensombrecido,
Y ahora que por fin me dejé el pelo largo,
Parece ser que todos en este lugar son calvos.
Enormes nubes grises de temores y aflicciones
Inundan la visión ahogando el cielo por completo,
El tiempo por aquí y los acontecimientos por allá amenazan tormenta,
Necesito encontrar en mí, tan sólo un rincón tranquilo.
El paisaje, como en un cuento místico,
me muestra una montaña
En cuyo interior se levanta un edificio,
Peldaños desordenados componen su escalera tortuosa,
No sin esfuerzo, consigo llegar a su ático.
Cruzo la puerta, apenas hay luz, bastan algunas velas,
Sus sillones son cómodos, envueltos en música,
Ya no se oyen discusiones sin sentido, sólo delicadas melodías,
Que se ven eclipsadas por un teléfono negro que suena.
Y desde el otro lado una anciana y sabia voz me aconseja:
“cuanto más alto subas…más duro será el golpe al caer “,
Y yo debía marcharme de allí, despertar, y volver,
El rincón tranquilo, soñaba, en aquel ático,
en un mundo cada vez más extraño y absurdo.
De pronto me veo vagando por un lugar ensombrecido,
Y ahora que por fin me dejé el pelo largo,
Parece ser que todos en este lugar son calvos.
Enormes nubes grises de temores y aflicciones
Inundan la visión ahogando el cielo por completo,
El tiempo por aquí y los acontecimientos por allá amenazan tormenta,
Necesito encontrar en mí, tan sólo un rincón tranquilo.
El paisaje, como en un cuento místico,
me muestra una montaña
En cuyo interior se levanta un edificio,
Peldaños desordenados componen su escalera tortuosa,
No sin esfuerzo, consigo llegar a su ático.
Cruzo la puerta, apenas hay luz, bastan algunas velas,
Sus sillones son cómodos, envueltos en música,
Ya no se oyen discusiones sin sentido, sólo delicadas melodías,
Que se ven eclipsadas por un teléfono negro que suena.
Y desde el otro lado una anciana y sabia voz me aconseja:
“cuanto más alto subas…más duro será el golpe al caer “,
Y yo debía marcharme de allí, despertar, y volver,
El rincón tranquilo, soñaba, en aquel ático,
en un mundo cada vez más extraño y absurdo.
Etiquetas: Poemas